Un recorrido por la música para flauta y piano en México: la trilogía Invocaciones. Música Mexicana para flauta y
piano del siglo XX y XXI.
Evangelina Reyes
Estos tres discos son una guía para conocer la historia de la flauta en México, en particular lo más importante escrito para
flauta y piano; los he grabado junto a la maestra Camelia Goila quien conformamos nuestro Dúo México con Brío fundado en
2005, en los tres primeros discos de la serie titulada Invocaciones; música mexicana para flauta y piano del siglo XX y XXI.
Mi interés de este proyecto nació del trabajo que realizo como Flautista Principal de la Orquesta Sinfónica Nacional, donde he
estrenado y tocado gran número de obras para orquesta de compositores mexicanos. Sentí inmensa curiosidad por investigar
sobre las obras compuestas para mi instrumento en mi país, descubriendo casi más de mil obras desde principios del siglo
XX a la fecha. Como flautista mexicana sentí la responsabilidad de difundir la inmensa creación de estos compositores
relevantes que han desarrollado la composición nacional.
Primeramente, empecé a seleccionar obras para flauta y piano para tocarlas con mi dúo México con Brío, para así empezar
su difusión a lo largo de la República Mexicana. Gracias al apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA)
pudimos realizar esta serie de discos cuyas obras abarcan un amplio panorama de la música mexicana para flauta y piano
escrita entre los inicios del siglo XX hasta nuestros tiempos. En ellos podemos apreciar la abigarrada diversidad de estilos
que conviven en el México actual, los cuales van desde el romántico, el nacionalista o el impresionista en sus diversas
vertientes, hasta las numerosas formas de asimilar las vanguardias de los años cincuenta y sesenta desde la perspectiva de
nuestras latitudes.
Con este trabajo antológico que apenas comienzo en estos tres discos, recopilo el repertorio más representativo de México
para mi instrumento, mis próximos discos para grabar en el 2020 serán del repertorio más importante para Flauta y Guitarra
que no se ha grabado, después del 2021 iniciarán los proyectos de discos: Flauta y Percusión, dos discos de Flauta sola y
cuatro grandes conciertos para Flauta y orquesta que me han dedicado.
La producción de los compositores mexicanos del siglo XX es la más abundante de la historia musical, diversidad de
lenguajes, estilos y propuestas estéticas musicales en la composición en México. Además de la pluralidad y el florecimiento
de corrientes diversas se aprecia también una tendencia gradual hacia el cosmopolitismo y adopta modelos externos. Este
movimiento pendular oscila entre un acercamiento a las raíces propias de México y un distanciamiento de estas para explorar
los nuevos lenguajes y posibilidades sonoras que nuestro tiempo ofrece.
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El primer volumen de INVOCACIONES contiene las obras Mario Ruiz Armengol Divertimento para flauta en sol y piano,
Sonata no tan breve de Leonardo Coral, Estudio Bop #1 de Eugenio Toussaint , Mnemosine de Alexis Aranda, Las bailarinas
de Degas de Mario Lavista, la famosa sonata para flauta y piano de Samuel Zyman y las 6 fantasias de Armando Luna.
He tenido la oportunidad de conocer, trabajar y entablar una estrecha amistad con todos los compositores que he grabado en
mis discos y puedo decir como intérprete que su esencia como persona está plasmada en sus obras. A lo largo de la trilogía
Invocaciones es realmente enriquecedor poder escuchar la gran gama de personalidades y sentimientos en cada una de las
obras: desde lo gracioso, lo portentoso, lo intenso, lo pasional, lo amoroso, lo intelectual, lo simple, lo doloroso, lo brillante, lo
obscuro, lo dramático, hasta lo “desmadroso”, en cada alma de los compositores. Después de haber trabajado intensamente
la preparación de cada obra para grabarla, veo en las notas, veo en las frases, en la armonía, la imagen física de los
compositores; parecerá raro lo que describo, pero veo al tocar sus obras hasta su forma de vestir, caminar y hablar. Aun de
los que están grabados en INVOCACIONES II que murieron antes de conocerlos en vivo, me imagino como sería su
personalidad. Así también les confieso que para tocar o entender sus obras dibujo un cuadro, con todas las tonalidades de
colores y formas, ya sea bailarinas, demonios, cubanos bailando, animales, paisajes, escenas espirituales y hasta escenas de
amor, dándome así un sentido visual para pasarlo al auditivo, como quien transforma una materia, manipulándola por medio
de sonidos y sensaciones, para que solo se oiga en mis vibraciones euforia y exaltación, también serenidad e inocencia, algo
de dramatismo, consuelo y amor… a través de mi soplo …
En mi estudio de las obras en casa a veces no me era tan complicado crear una imagen, solo la recreaba con el nombre del
título de la pieza como en el caso de Mnemosine de Alexis Aranda escrita en 2002 Mneosine es la diosa griega de la
memoria; según el mito, se unió a Zeus y juntos fueron los padres de las nueve musas del arte, nacidas de nueve noches
seguidas de amor. La pieza comienza con un leguaje atonal y la memoria está representada con el lenguaje tonal que poco a
poco va emergiendo. Otra de las piezas incluidas en el disco es “Cadenza” escrita en 1996, siendo muy joven, Aranda ya
manejaba el lenguaje contemporáneo. Esta pequeña obra para flauta sola tiene carácter de improvisación realizando una
remembranza de esas improvisaciones de los solistas del siglo XVIII en los conciertos clásicos llamadas cadenzas.
Otra obra que interpreto es la creación de un gran compositor veracruzano, Mario Ruiz Armengol (1914-2002), compositor
que estudió, Manuel M. Ponce, Halffther, compuso mucha música para cine. Duke Ellington lo llamaba Mr. Harmony; y que la
característica de Armengol es la conjunción de la música clásica con el Jazz. Divertimento para Flauta en Sol y piano
escrita en 1979, contiene características recurrentes en la obra de Armengol y aquí en particular la flauta en Sol luce mucho
su timbre suave y amoroso; lo clásico también aparece y a través del uso jazzístico de la armonía se aprecia una ligera
resonancia del estilo de Manuel M. Ponce.
Sonata no tan breve de Leonardo Coral (1962) obra escrita en 2003 se alterna un mundo melódico que tiende a lo modal y
un mundo rítmico que se inclina a lo cromático. El color armónico se inclina a lo impresionista; sin embargo, el tercer
movimiento está en el estilo de una danza latinoamericana. La recuperación del pasado es una de las manifestaciones de la
modernidad: cabe recordar que las danzas antiguas dieron lugar a numerosas formas musicales de la música culta.
Estudio Bop # 1 de Eugenio Toussaint, (1954-2011) quien fue uno de los grandes pianistas de jazz de México. En vida el
compositor me permitió hacer un arreglo mío para flauta transversa de esta obra, escrita en 1994 y originalmente para flauta
de pico, arreglo que le fascinó, ya que uso varias técnicas extendidas para darle el calor y fuerza del bop, además de que al
final incluyo una improvisación jazzística alternando con el motivo rítmico escrito.
Varios compositores se han inclinado por una corriente denominada “renacimiento instrumental”, que busca nuevas
posibilidades expresivas con los instrumentos musicales tradicionales; sus cultivadores más importantes son Mario Lavista
(1943) y algunos de sus discípulos que tuvieron influencias en su taller de composición, mismos que están incluidos en la
serie de discos: son Mariana Villanueva, Hebert Vázquez, Horacio Uribe Armando Luna, Leonardo Coral, Eugenio Toussaint,
Alexis Aranda y Gabriela Ortíz. Fue muy importante para mí, incluir al maestro de maestros, Mario Lavista en Danza de las
Degas Bailarinas, escrita en 1992, con esta impresionista y bien lograda obra, contiene los diversos colores que puede
lograr la flauta. Mario Lavista es el compositor mexicano más representativo en nuestros tiempos y del disco también, debido
a su legado en la educación musical y cuya obra es conocida en el ámbito de la música de concierto en México, España y
Estados Unidos, dio continuidad a la fórmula de enseñanza y gestión del poder político cultural creada por Carlos Chávez en
su Taller de Composición.
Sonata para Flauta y Piano de Samuel Zyman (1956) obra escrita en 1993 y que ya están en el repertorio internacional
para flauta. Zyman este prolífico compositor mexicano de origen judío, viaja a estudiar en Julliard New York y después de
titularse en composición se convierte en profesor de la misma, la sonata está llena de virtuosismo para los dos instrumentos,
con energía y algo de feeling jazz.
Seis Fantasías para Flauta y Piano de Armando Luna, (1964-2015) por mí y por muchos era un genio musical que pudo
haber transformado la composición en México a algo más allá de las expectativas de creación de este siglo, aún así su
música se está difundiendo a nivel internacional gracias a la admiración de sus intérpretes, como es mi caso. Las seis
fantasías para flauta y piano de Armando Luna escritas en 1992 constituidas de un Preabulum, Berceuse que es una canción
de cuna con tintes melancólicos, un Aquellarre representándolo de un cuadro de Goya, un Scherzo alucinante, un Gospel que
tiene cercanía con el funk y La Bacanal que es una paráfrasis del Ballet de Daphnis y Cloé de M. Ravel.
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El siguiente volumen, INVOCACIONES II, comienza con obras de los antecesores quienes tienen un acercamiento a las
raíces propias y al mismo tiempo se distancian de ellas, con la idea de explorar nuevos lenguajes y posibilidades sonoras en
la música mexicana. Se incluyen tres breves obras, Pajarito y Pastorcito Alegre de Manuel M. Ponce (1882-1948),
originales para flauta y piano, la última una transcripción de violín a flauta. Ponce hace aquí suyas las formas elegantes de la
música de salón, pero también explora y busca lo mexicano a partir de los ritmos de nuestras latitudes y la canción popular,
mezcla sincrética de lo popular y lo culto, característica de la música hispanoamericana de la primera mitad del siglo XX. Al
igual que hizo su contemporáneo Hernández Moncada.
Hernández Moncada y Manuel M. Ponce son los dos grandes representantes del nacionalismo mexicano romántico. Las
piezas que incluyo en el segundo disco están íntimamente ligadas entre sí, ya que el Scherzino para flauta y piano de
Eduardo Hernández Moncada, (1899-1990), originalmente una danza que integra los elementos de baile de salón
decimonónico y la melodía popular, proviene de una versión original para violín y piano, la cual es homónima de otra para
piano que forma parte de fragmentos románticos de Manuel M. Ponce. Esta obra es uno de los últimos ejemplos del primer
nacionalismo que nació con Ponce a principios del siglo XX. Moncada fué contemporáneo de Carlos Chávez quien en 1936 lo
invita a suplir a Silvestre Revueltas como director asistente de la OSM (Orquesta Sinfónica de México).
Cinco Piezas para Piano y Flauta de Carlos Jiménez Mabarak (1916-1994). Es una figura de transición entre el
nacionalismo de los años treinta y el surgimiento en el país de un movimiento europeísta, se le debe la introducción en
México de la música concreta. Sin embargo, hacia final de su vida busca retomar raíces nacionales. Es comisionado para
hacer un viaje de observación en materia folclórica enfocada a la danza donde recoge importantes experiencias que son
decisivas en obras como las Cinco piezas escritas en 1968, donde no hay mejor descripción que el título de cada una de
ellas: Alegoría del perejil, La imagen repentina, Nocturno y El ave prodigiosa.
La ruptura con las corrientes nacionalistas se inició en México a fines de los cincuentas y fue encabezada por Carlos Chávez
y Rodolfo Halffter. La generación de la ruptura produjo notables compositores de tendencias plurales que hoy son ya
“clásicos” de la nueva música mexicana como Manuel Enríquez (1926-1994) quien comenzó a escribir en un estilo
nacionalista para después probar con el dodecafonismo y finalmente, explorar las posibilidades de lo aleatorio y del sonido en
sí que la música electrónica comenzaba a mostrar. Es decir, dentro de las vanguardias, la dialéctica se iba dando entre lo
totalmente controlado: el serialismo integral y la libertad que da el azar. Enríquez encabezó este fenómeno generalizado
después de la segunda guerra mundial que era experimentar nuevos lenguaje nuevas escrituras y nuevas tecnologías que
fueron abriendo un infinito panorama de posibilidades sonoras. Con él surgió en México la música de grafía que es el cambio
en la manera de escribir la música por medio de signos o figuras, para ejemplificar la ondulación o manipulación del sonido;
es por esto que esta obra para flauta Díptico I para Flauta y Piano de Manuel Enríquez que incluyo en el segundo disco es
un ejemplo claro de la pauta que traería este compositor al repertorio para flauta en México; por ejemplo coloca puntitos
chiquitos para tocar notas al azar, curvas pronunciadas para manipular el vibrato o sonido, flechas para hacer microtonos,
círculos y cuadros para improvisar dentro de una frase etc.
Otra obra que se muestra en la antología es Vocalización Aguda de Carlos Chávez, escrita en 1967, era esencial incluirla,
ya que Chávez es el compositor más influyente en México desde los años veinte hasta la década de los sesenta y uno de los
iniciadores del movimiento nacionalista mexicano posrevolucionario, después de las piezas Caballos de vapor y Sinfonía india
Carlos Chávez (1899-1978) comienza una producción de obras más cercana a la vanguardia centroeuropea de corte austro-
alemana iniciada por Arnold Shoenberg a principios del siglo XX. Vocalización aguda pertenece a esta segunda etapa
creativa de Chávez, adaptando el pensamiento dodecafónico; es sobria y dramática, la pieza se crea a partir de cuatro notas
que se mueven y retorna hasta completar un ciclo para que al final el piccolo alce su último vuelo hacia el infinito.
Dos Piezas para flauta sola de Leonardo Velázquez, (1935-2004) piezas escritas en el 2000 también es puramente
nacionalista pero también incursiona con un impresionismo descriptivo, como lo escucharan en este estreno en grabación, la
primera Elegía va desarrollando su material a partir de dos motivos iniciales que regresan a la nota si como punto de partida,
la segunda es un preludio a un hermoso tema tonal con variaciones, las cuales desbordan en virtuosismo técnico del
instrumento. Es una obra a la que dediqué muchas horas de estudio, para dar una mágica coherencia en la infinidad de notas
de las variaciones. La obra se inserta dentro de la corriente nacionalista del Grupo de los Cuatro: José Pablo Moncayo, Blas
Galindo, Daniel Ayala y Salvador Contreras. El nacionalismo musical mexicano surgió a partir del impacto social y cultural de
la Revolución. Cabe indicar que esta corriente nacionalista, al igual que otras ramas culturales del México posrevolucionario,
tuvo gran apoyo gubernamental, lo que opacó movimientos alternativos. El mismo fenómeno se dio en la pintura con
el muralismo y en la literatura, con la novela revolucionaria.
Les comento que me gusta ser curiosa en la música que se ha escrito para mi instrumento la flauta, he recopilado en un
catálogo, que no se ha publicado, más de mil obras de compositores mexicanos donde se incluye la flauta, desde dúos,
quintetos, octetos. En esta investigación encontré un manuscrito inédito de la obra de Leonardo Velázquez, Solitud para
flauta en sol y piano escrita en 2000 cuando pedí permiso para grabar dicha obra a su hijo de Leonardo Velázquez, él
tampoco sabía de su existencia. Pero ahora se estrena en grabación en este segundo disco y podrán apreciar la belleza de la
melodía de la flauta con la textura sutil y contrapuntística del piano.
Con el inicio de la segunda mitad del siglo XX México, gracias a las políticas de apertura hacia los exiliados de los diferentes
conflictos armados internacionales o nacionales en otros países, México acogió en exilio a varios compositores extranjeros
que se radicaron en el país después de 1940. Entre ellos figuran de manera prominente Rodolfo Halffther
de origen español, a quien se debe la formalización de la enseñanza de la música serial y el dodecafonismo en el
Conservatorio Nacional de Música; Halffter fue autodidácta de formación aunque tuvo fuerte influencia de Manuel de falla y
Adolfo Salazar quien le instó a conocer las músicas de vanguardia de su tiempo.
Huésped de las nieblas para flauta y piano de Rodolfo Halffter, escrita en 1981 en homenaje al escritor español Gustavo
Adolfo Bécquer, es un ejemplo del dodecafonismo basado en la economía de medios a partir de la constante repetición de un
mismo motivo.
La sonata Santiago para Flauta y Piano de Mario Kuri Aldana (1931-2013), obra escrita en 1992, Kuri Aldana estudió con
Rodolfo Halffter, Alberto Ginastera, Aron Copland y Messiae. Esta Sonata se puede ubicar dentro de una suerte de
neonacionalismo, debido a su insistencia en cultivar estilos afectos a la música popular mezclados con nuevas técnicas. Esta
obra está dedicada a su esposa, bailarina que también se relacionó con las danzas tradicionales de México y Latinoamérica.
La sonata empieza en forma de improvisación y se va perfilando a una danza guajira, después el segundo movimiento tiene
una canción de cuna cubana y finaliza con una danza de corte popular urbano.
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El tercer volumen INVOCACIONES III es una caja de sorpresas, con obras muy nuevas dedicadas a este dúo o piezas que
injustamente han tenido pocas ejecuciones en vivo. Comienzo el disco con mi composición “Sattwa” para flauta sola,
escrita en 2011. No me jacto de ser compositora solo tuve un taller de composición como materia en mi carrera en la
universidad Veracruzana donde me gradué; lo que si les puedo decir es que amo la música y mi instrumento y me gusta
experimentar todas las posibilidades sonoras y recursos percusivos armónicos y todos los sonidos locos que se le puedan
sacar a mi flauta. No solo me gusta conocer, ejecutar y difundir la música de compositores vivos-, sino que tengo cierta
empatía hacia toda esta reciente música de alta calidad de nuestros compositores mexicanos y que me ha inspirado a
componer. Así nace esta pieza, de la búsqueda por expresar esa cualidad de pureza y claridad características del sonido de
la flauta, a la que añado el uso de diversas técnicas extendidas, experimentando con el color que se podría lograr de una
flauta de la India (cantando y usando elementos rítmicos la flauta como instrumento armónico). Sattwa pretende simbolizar
con su sonido la idea de bondad proveniente de las tres gunas o cualidades de la materia y el espíritu de la tradición
Samkhya, una de las doctrinas principales de la India. Las demás gunas de dicha doctrina que son Tamas y Rayas ya las
compuse, esperen a escucharlas en mi próximo disco Música mexicana para flauta Sola.
Diálogo para flauta y piano escrita en 1995, también de mi autoría, La historia detrás de esta composición proviene de la
admiración que de niña sentía por leer sobre el legendario héroe: Ricardo Corazón de León. Esta pieza comienza con una
solemne fanfarria medieval que irá desembocando hacia un episodio que intenta emular el heroísmo de este rey en las
batallas. Musicalmente la obra funciona al establecer la claridad de su estructura regresando al material de la fanfarria inicial.
Según mi consideración, siempre debe existir una cercana y armónica relación entre intérprete y compositor; desde el
clasicismo era así, esto se daba en parte a que el compositor era intérprete y el intérprete componía. Aunque en estos
tiempos esto se ha ido perdiendo, es sano que los compositores sean también intérpretes o al menos toquen o hayan
aprendido un instrumento y que los intérpretes hayan escrito alguna vez una obra.
De Horacio Uribe y Alfredo Antúnez maestros de composición en las escuelas de Música más importantes, incluyo dos piezas
que comparten origen popular, pero con tratamiento casi escondido:
Aproximaciones al Son Huasteco de Horacio Uribe (1970) escrita en 2001 obra para flauta y piano, tiene dos movimientos.
En el primero podemos escuchar una amalgama tímbrica a través de dos atmósferas alternas que nos dan una sensación de
fábrica antigua, vieja, desvencijada y decadente. El segundo movimiento, aunque sin solución de continuidad, tiene pasajes
virtuosos en ambos instrumentos logrando una mezcla intercultural entre México y Medio Oriente, evocando indudablemente
los ritmos y melodías únicas de nuestras raíces musicales.
Son de plata de Alfredo Antúnez, (1957) obra para flauta y piano escrita en 2015 donde predomina un factor objetivo y se
desarrolla a través de una ambigüedad de grados, sin definir lo tonal o lo modal hasta llegar a sintetizarse en un solo
organismo. El término Son en ésta obra se circunscribe a los característicos fraseos del carácter de un son en general, es
decir, al movimiento rítmico-corporal, por un lado, y por otro, el término plata remite al material original de la flauta. Son de
plata es una extensión espiritual y musical de la flauta.
En seguida se presenta a los compositores más jóvenes de la selección: Diana Syrse (1984), cuya “Beldad y fuerza” es
una pieza sutil en sonoridad, pero de dramatismo presente, en forma de rondó deconstruido, y Esteban-Ruiz Velasco (1987),
autor de “Rondó frustrado” y su “Valse amoché” escrita en 2013 piezas burlonas basadas en esas formas clásicas: las
tres muy bien diseñadas y construidas en el balance de temas, técnicas y sonoridades.
Las Invocaciones III terminan con dos compositores de lenguaje maduro: “Psyche” Mariana Villanueva para flauta y piano
amplificados (nace 1964), escrita en 2015, dice la compositora: Psyche está vinculada con una creencia esencial en mi vida:
la idea de que dentro de nosotros habita un principio inmortal y divino que nos sobrevive. Psyché simboliza el alma. Es
nuestro centro a partir del cual irradia la vida. Es también el vínculo con nuestra eternidad: la muerte. La obra presenta una
serie de cuadros que aluden a diversas etapas o características del alma, y se construye a partir de dos elementos: uno
rítmico y otro melódico. El motivo rítmico inicial y generador alude a un latido del corazón y el melódico va construyendo el
discurso sonoro alrededor de un tetracorde. Psyché fue comisionada por mí y está dedicada a mí.
Restless de Hebert Vázquez (1939) su pieza escrita en el 2000 es de carácter virtuosístico escrita en un solo movimiento. La
obra está compuesta por varias secciones, cada una de las cuales explora aspectos discursivos específicos. Es un continuo
diálogo entre los dos instrumentos, basado en el uso de grupos variables de notas de adorno y se caracteriza por un juego
contrapuntístico entre los registros grave, medio y agudo del instrumento.
Los creadores que aparecen en esta selección han estado relacionados a través del aprendizaje y la enseñanza con
compositores fundacionales, si Chávez estudió piano con Ponce, de la segunda generación de alumnos de Chávez resultó
Mario Lavista, maestro con el cual tanto Hebert Vázquez y Mariana Villanueva, Armando Luna, Alexis Aranda iniciaron su
aprendizaje en la composición. De la misma generación es Gabriela Ortiz, la cual ha dado clases a otros dos compositores
que aquí se presentan, Diana Syrse y Esteban Ruiz-Velasco.
Aunque la pluralidad de propuestas musicales se ha ido multiplicando en estos tiempos, podríamos decir que son variaciones
de lo que a inicios del siglo XX propusieron Stravinsky, Debussy, Schoenberg, Bartok los fundadores del modernismo en
música, y los futuristas inauguraron hace un siglo. No solo está presente la autonomía del ritmo propuesta por Stravinsky, que
tiene su paralelo en el surgimiento del jazz, del son cubano y otras formas musicales cuyo fundamento también está en el
ritmo. No solo encontramos la idea de una emancipación del color y del sonido como parámetros musicales valiosos en sí,
estética que originó Debussy y a la cual el espectralismo y la música textural tanto le deben. No solo continúa viva la música
atonal en sus diversas vertientes incluyendo el dodecafonismo tonal. Los retornos formas clásicas y a lenguajes provenientes
del pasado siguen vivos. Es lo que quiero mostrar en esta serie de discos INVOCACIONES, los diversos lenguajes que han
desarrollado los compositores mexicanos y que manifiestan el dialogo entre lo antiguo y lo moderno, y así entre el pasado y el
futuro se va creando el presente de México.